'Tao' es un complejo concepto de la filosofía china y, como suele ser habitual, su traducción española ('orden') se queda corta. Tao es la armonía, pero difiere del pensamiento occidental porque carece de clasificaciones, geometrías o simetrías. En todas las formas vivas del reino natural existe un orden, quiero decir que no están dispuestas de forma azarosa y cada elemento tiene su razón de ser en un complejo «todo». Su interpretación y representación formal es el «li». El filósofo Alan Watts lo describe así: «li significa las marcas en el jade, el grano en la madera y la fibra en el músculo. Podríamos decir, también, que las nubes tienen li, el mármol tiene li, el cuerpo humano tiene li. Todos lo reconocemos, y el artista lo copia si es un pintor de paisajes, un pintor de retratos, un pintor abstracto o un pintor no objetivo. Todos están tratando de expresar la esencia de li».

En todo caso el concepto de li, basado en un orden natural no-escrito e imposible de definir, se podría enmarcar dentro de un racionalismo taoísta. Wade lo compara directamente con el trabajo del divulgador científico Phillip Ball "El tapiz propio" [Ball, P., & Borley, N. R. (1999). The self-made tapestry: pattern formation in nature (Vol. 198). Oxford: Oxford University Press.], en el cual se plantea la relación entre las matemáticas y todas y cada una de los patrones orgánicos existentes en la naturaleza.

En 2003, el psicólogo e ilustrador David Wade culminó (apadrinado por la editorial Wooden Books) una valiosa antología de patrones, texturas y formas dinámicas en la naturaleza. Un trabajo muy interesante para cualquier diseñador pero que trasciende también en otros campos del conocimiento.
Inicio
El resultado, fue el libro que quiero comentar hoy, Li [Li: dynamic form in nature. Bloomsbury Publishing USA, 2003.], un título un tanto extraño que resulta ser una apropiación del término chino lǐ (理), que literalmente significa «el principio racional» o «ley» (como muchos términos chinos, 'li' es polisémico, comúnmente un apellido, así que cuidao' a la hora de buscarlo en google). En la filosofía neoconfuncianista se refiere a los fundamentos implícitos que ocasionan el orden que se puede observar en las formas orgánicas naturales, no ya desde un punto estético, sino en todos los aspectos, aunque generalmente referido a la materialidad de la naturaleza viva o muerta.

li anfractuoso
li filotáxico
li retiforme
ondular o dunar
concentra
liqueniforme
li animal
Antes de entrar en la materia en sí, me gustaría recalcar el hecho de que el li son formas dinámicas. Trasciende en la dimensión temporal porque no hablamos de patrones 'congelados', sino de formas que están vivas y se ven alteradas por leyes que también son li. Li no es una foto del corcho de un árbol, sino los procesos que lo provocan.

David Wade clasifica las formas naturales en veinticinco categorías, aquí presento las que me parecen más interesantes...

Li.
Jueves, 23 de noviembre, 2017
Tiene una forma serpenteante. Se encuentra tanto a escala microscópica, como humana, como universal. Desde el cerebro humano, la ferrita de bario bajo el efecto magnético 'Kerr', el caparazón de un amonite o los meandros de un río. Es un li muy común y se desconocen los fenómenos que lo provocan.
Bajo una clara estructura basada en la sucesión de Fibonacci, muchas plantas desarrollan sus hojas con forma de espiral.
Dos fenómenos la provocan: «energía» (la fuerza excéntrica) y la «forma» (fuerza concéntrica). En este «toma-dame» se produce la característica forma de la col lombarda, el ejemplo más matemáticamente exacto y complejo.
La retícula es una de las morfologías más comunes entre los seres vivos, especialmente los de clase Insecta, por su eficacia formal y por su economía energética. Las alas de muchos insectos, la telaraña, los nervios de las hojas... Usan este entramado para 1) distribuir los nutrientes de forma uniforme y 2) tener una estructura sólida que aguante la hoja/ala/...
Las naturalezas retiformes se forman primero de una retícula simple (nervios grandes) y poco a poco se van desarrollando los entramados más pequeños.
En este caso, el fenómeno que lo provoca es un agente externo (el viento o la marea), y lo hace sobre la naturaleza inerte (arena).
Lo interesante de este li es que aparenta una cierta sensación de 'orden' general, debido a un patrón repetitivo.
Las condiciones locales de cada playa, desierto, erial... hacen que cada li ondular sea único y característico de un sitio. Por eso es curioso como los saharawis saben reconocer cuando las fotos de dunas son de su desierto y cuando no.
Claramente, el li concéntrico nace de un fenómeno difusivo central, que se expande uniformemente hasta encontrarse con agentes externos que alteran el círculo. El ágata, o el tronco de un árbol son lis concéntricos.

La cromática de estas formas también es reveladora, puesto que las capas externas suelen ser más oscuras (por acumulación de impurezas) y las internas casi blancas.
El liquen es un li único en la naturaleza, aunque a la vez tiene una cierta semblanza con todos los demás, quizá por su carácter 'expansivo'. El liquen se extiende sobre la superficie de la roca provocando su particular forma.
Es curiosa su capacidad para superponerse, tanto con líquenes vecinos como sobre sí mismo.
Esta red fracturada se encuentra también en metales en proceso de oxidación.
En ciertas ocasiones, el li no surge como consecuencia de un agente externo o debido al crecimiento propio de un ser vivo, sino por mecanismos de interacción con el entorno u otros seres vivos.

Por eso en los animales es fácil encontrar texturas para camuflarse, ya sea para atacar o defenderse, alertar o confundir.

El fenómeno que genera un li o un otro es un misterio, aunque los factores son genéticos.
GABRIEL ALJUNDI, 2017